Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación y Mausoleo Romano
Destacados son los restos del Mausoleo Romano del siglo II que fue reconvertido en ermita de la consolación y declarada monumento nacional el 1931. Este mausoleo conserva dos arcos completos y el arranque de un tercero además contiene inscripciones que denotan que se trataba del panteón familiar de los Fabios Severos. En él se puede observar un cuerpo elevado del que solo se aprecian un zócalo con restos de arcos superiores.
Todavía se conserva parte de su bellísimo porticado. Sobre él podrás apreciar unos, aunque cegados, esbeltos ventanales apuntados, testigos bien elocuentes de la Iglesia gótica que, después, allí se levantó y que fue sustituida ya en el siglo XVIII, por otra en estilo barroco, sencilla en apariencia pero creadora de muy diversos planos, perspectivas y volúmenes. En la actualidad totalmente restaurada y habilitada como sala multiusos.
Iglesia Parroquial de San Juan
En estilo gótico, pero dentro de una tipología con escasísimos ejemplares en Aragón, se organiza sobre la base de sostener una techumbre de madera con jacenas que apoyan en arcos diafragmas entre los cuales, y esto es lo excepcional, se abren abovedadas capillas laterales.
En esta techumbre, de las llamadas «armaduras de parhilera», las jacenas delimitan, en sentido longitudinal, dos entrepaños en cada vertiente pues los terceros que, estructuralmente se unen con la jacena angular, se esconden bajo un pequeño techo o nudillo. Lo sorprendente de esta techumbre es que aparece pintada toda una secuencia heráldica en la que figura, caso único en todo Aragón, cuatro distintas armerías: la de los Reyes de Aragón, la del Municipio de Chiprana, la Cruz de los Sanjuanistas y la de un Bailío, o tal vez de un Castellón de Amposta.
La capilla mayor, a la que abre un arco presbiteral surmontado por yeserías heráldicas, es de plata cuadrada y se cubre con crucería sencilla cuya clave vuelve a repetir la Cruz de San Juan. Unas bellísimas pinturas mudéjares que decoraban sus paramentos, recientemente descubiertas y recuperadas constituyen un motivo más de interés turístico, convirtiendo a esta iglesia en uno de los edificios más bellos y originales de todo el Bajo Aragón.
Plaza de la Constitución
Su magnificencia viene determinada por la gran fachada de la Iglesia que, a pesar de hallarse inacabada, nos da la sensación, por supuesto buscada por su arquitecto y artífices, de ser un gran escenario presto a exhibir ante el pueblo el acto sacro.
Ello lo puedes observar cuando en Semana Santa, en las Fiestas de San Blas o en estas mismas de San Roque, traspasa su umbral la correspondiente imagen. El día de viernes Santo el espectáculo es, en verdad, sobrecogedor.
Lo es, en aquel momento preciso, en el que en lo alto de la escalinata, aparecen Cristo el Crucificado, seguido de su madre, la Dolorosa y, abajo, los cofrades de Nuestra Señora de la Consolación, totalmente cubiertos con sus hábitos negros en los que sólo resplandecen la plata de los cángulos y de las cruces ochavadas de Malta, arrancan de sus bombos y tambores su más ruidoso lamento.
Plaza de San Blas
Lugar emblemático del pueblo, consta de dos partes diferenciadas separadas por una escalinata central. Es lugar y punto de encuentro de fiestas y actos públicos. Remodelada el 07/08/2010 dando un aspecto modernista dentro del casco antiguo del pueblo.
El Pairón de Santa Bárbara
Son los pairones o peirones aragoneses una de las muestras más características de su arquitectura popular y cabe a Chiprana el mérito de haber construido el único en estilo futurista de todo Aragón. Fue diseñado por el arquitecto Carlos Bressel y las cerámicas, en verdad bellísimas, realizadas por la Escuela-Taller de Muel.
El Pairón de Loscos
Levantado con ocasión del Centenario del fallecimiento del sabio botánico aragonés. El busto que apea, de enorme fuerza expresiva, es obra de Vaquero Foz, primer artista español que ha expuesto en la Sede de Naciones Unidas en Bruselas.
Las bellas letras en forja de Hermenegildo y José Oriol, te recordarán el nombre científico de una de las plantas halladas en Las Saladas y catalogada por nuestro universal botánico. Muy cerca, unas cerámicas nos recuerdan el lugar donde tuvo su primera farmacia.
Parque de los Templarios
Otras cerámicas, pero en este caso posiblemente del Sigo XVII, rotulan o rotulaban, el «Callizo de los Templarios». Por él puedes llegar, tras subir una escalinata flanqueada de flores, a una hermosa plaza en la que podrás divisar amplias panorámicas sobre nuestro Gran Río, que quizá te hagan recordar aquello del poeta: «Feliz aquél que no conoce otro río que el de su tierra».
En la misma plaza, puedes estudiar la fuente «exotérica» de los cuatro elementos de la Filosofía Griega y de la Alquimia medieval y, también, la rica simbología del octágono templario que te está indicando que, con ascética vocación de alturas eleva hacia los cielos el gonfalón blanquinegro del Temple, pero como para ello fue precisa la humillación, te invitará a que tú, igual que lo ocurrido allí por principios del Siglo XIV, pisotees sus colores estampados en las losas del suelo.
Las Casas
De tapial, ladrillo, piedra o, incluso de losas de piedra con balcones o ventanas, da igual, crean un armonioso conjunto en el que el blanco, del que se está abusando demasiado, no te impedirá observar, porque afortunadamente todavía se conservan algunos, los vistosos y diversos colores que exornaban sus fachadas.
Por supuesto encontrarás una de estilo aragonés, pero también, aunque te pueda sorprender, otra que te recordará a las que en el litoral valenciano se construían allí por los dulces, dicen que así fueron los años veinte.
Las Bodegas
Se conservan algunas, aunque pocas, en su original construcción. Visita alguna de ellas y observa que fueron levantadas apoyando en la basamenta del muro que circundaba nuestra Villa. Por esto, y por otras cosas más, Chiprana es Villa. No ironices, no lo digo por las bodegas, sino porque los chipranescos de la Edad Media tenían el derecho que no la obligación, de cercar y conservar el murado de su pueblo.
Las Forjas de Gamundi
Dos tenemos en Chiprana, una el busto de una de las personas símbolo de Aragón: Joaquín Costa, otra el Escudo de Chiprana. Responden a la rica tradición bajo-aragonesa de la escultura en hierro: Pablo Gargallo, Pablo Serrano, José Gonzalvo. Por cierto, a Pepe Gonzalvo se debe el que los surtidores de nuestra fuentecilla expelan el agua por su lago exterior y no por el interior, como en principio aparecían diseñados.
La Torre de Mocatero
En el Bajo Aragón conservamos un sistema de señalizaciones que es un ejemplo único en la historia moderna de la ingeniería óptica militar europea. Son las llamadas, entre nosotros, «Torres del Mocatero».
Ponían en comunicación inmediata, durante la tercera Guerra Carlista, mediante señales ígneas y ópticas, todo el Bajo Aragón, desde Cantavieja a Mequinenza y, seguramente por el sur comunicarían con Morella y Peñíscola y, por el norte con Lérida y La Seu de Urgell. ¿Sería recuperable esta conexión de todo el Bajo Aragón con extensión a Lérida, la Seu de Urgell, Morella y Peñíscola, mediante el encendido de fogatas las noches solsticiales de San Juan?. Algunos chipranescos así lo hemos cavilado y solicitado.
El Granero; Casa de Cultura
Pocos edificios, en sillar tan bien labrado y escuadrado como nuestro granero, se construyeron en el Siglo XVIII (XIX). Será, efectivamente, una muy digna Casa de Cultura de Chiprana.
Reserva natural de Las Saladas
Existe en estas tierras un lugar que puede ser considerado una rara joya de la naturaleza, un ecosistema único , dicho lugar se conoce como «LAS SALADAS», una seria de lagunas con alta salinidad de carácter endorreico que, como un museo viviente nos remonta al planeta antes de la aparición de animales y plantas. La reserva comprende unas 155 hectáreas a las que hay que añadir una zona periférica de protección de 360 hectáreas.
La elevada salinidad de las lagunas, dos veces mayor que el agua del mar, y la temporalidad de alguna de ellas, hace que la fauna que lo puebla sea reducida. La vegetación es también digna de estudio, esta viene determinada por la salinidad del agua y el nivel de inundación de las lagunas, así podemos encontrar círculos de vegetación halofílica, también es característico dentro de la diversidad de ambientes, el desarrollo de tapetes microbianos de gran interés científico además de unos pequeños crustáceos conocidos como artemia partenogenética, que son unos de los pocos seres capaces de habitar en aguas de tan gran salinidad.
Debido a las excepcionales características de este entorno se hacía necesario crear en Chiprana, el centro de interpretación donde se recoge una pequeña representación de este medio para permitir un mejor conocimiento de este espacio tan singular. Abriendo sus puertas durante los meses de primavera y verano.
Las Piscinas
Pocas habréis visto tan bonitas y recoletas como las nuestras y es que el Ayuntamiento tuvo el acierto de encargar su proyecto a un ingeniero de la categoría de Gonzalo López Pardos, que además, profesa gran afecto y cariño a Chiprana.
La novia del Ebro
Un río de la importancia del nuestro, tenía que elegir una guapísima novia. Así lo hizo y eligió a Chiprana, así te lo indica una cartela, antes de llegar al casco urbano, encuadrada en una composición en la que, curiosamente, vuelve a repetir los cuatro elementos de nuestra exotérica fuente. Por algo dicen que, por allí cerca, pasaba un camino que llevaba a sus caminantes hasta Santiago de Compostela.