Cuando todo, o casi todo, se resolvía a mandoblazo limpio, Aragoneses, Catalanes y Valencianos tuvieron la feliz idea de reunirse en CASPE y allí elegir pacíficamente y con arreglo a derecho, como nuevo Rey de la Corona de Aragón, a D. Fernando el de Antequera . La elección, además de pacífica, resultó acertada y las cuatro barras rojas, ahora con vientos renacentistas, volvieron a surcar las aguas de la vieja Mediterránea y prepararon las de la Mar Océana.
A seis kilómetros de la “Ciudad del Compromiso”, también a orillas y aguas arriba del Ebro, busca, en tu mapa o plano de carreteras, a Chiprana o, mejor dicho, a la antiquísima Villa de Chiprana.
Chiprana es pequeña. La renovación última del Padrón Municipal de habitantes sobrepasa los 500 habitantes, 291 varones y 242 mujeres.
Su término municipal es poco extenso, 38 Km.2. El más pequeño de todo el Bajo Aragón, el que es ribereño al Ebro.
Pero a pesar de sus pequeñeces, Chiprana merece la pena.
Las ordenes militares y mendicantes
En Chiprana estuvieron los Templarios. Lo templario siempre resulta sugestivo y en Chiprana no podía, o mejor, no puede por menos que suceder así. Pero también estuvieron los hospitalarios o sanjuanistas y lo hicieron hasta la desamortización y su cruz blanca sobre fondo rojo ondeaba nuestra bandera. Cúmplase pues en nuestra historia el dicho de que donde hubo templarios también hubo hospitalarios. Pero no se cumplió la segunda parte del dicho porque ni hubo franciscanos ni dominicos, pero los tuvieron en Caspe donde aún se conservan sus conventos.
Los Santos Patrones
San Blas en Febrero y San Roque en Agosto. Pero lo que se dice el Patrón, Patrón, es San Blas que según canta la jota, fue piadoso Obispo de Sebaste y al que llevamos mejor vestido que a San Sebastián los de Caspe. Y es que cubrimos totalmente, cabeza aparte, su imagen con cintas de variopintos colores.
El Memorial de los Reyes de Aragón
Están de moda los memoriales, pero el de Chiprana no aparece dedicado a torre alguna, porque jamás las ha tenido, sino a los reyes de Aragón. Cuenta los intervalos de sus cinco enhiestos hitos y da a cada uno el nombre uno de nuestros Reyes.
Si cubres todos, 35, habrás aprobado el exámen de Historia de Aragón que te sugiere Chiprana hagas para llegar a ella. Mide cada intervalo, 771 ctms., exactamente lo que mide la vara aragonesa. Hay tres que sólo miden un tercio de vara, significan, y no por simbología taurina, que Chiprana a castigado a tres de sus reyes y lo ha hecho porque privaron de Fueros, Libertades y Territorios a nuestro Aragón.
Lógicamente la Avenida que indica, bellamente diseñada por Fausto Comenge, José Emilio Giménez y Daniel Dieste, se rotula con el nombre de nuestro actual Monarca, cuya dedicatoria y firma, estampadas en el Libro de Oro de Chiprana, figuran reproducidas en las cerámicas de una cartelera sita en la propia Avenida.
Los yacimientos arqueológicos
Son tantos y de tan distintas épocas, desde la neolítica a la íbera, pasando por las del Bronce y las del Hierro, que a través de ellos, tu imaginación y fantasía son capaces de hacerlo, te harán revivir, permíteme la redundancia, las vivencias de los antiquísimos pobladores de nuestro término a lo largo de cerca de 3.000 años.
Los Castillos
Chiprana no se por qué extraña razón siempre tiene las cosas a pares: Dos Iglesias, dos imágenes, dos Patrones, dos pairones, dos órdenes militares y, también cómo no dos castillos!. Pero los tuvo que desgraciadamente ya no los tiene.
De ellos no queda más rastro que el toponímico y, por supuesto, las bellas perspectivas que dominaban sobre el Ebro. Uno, quizás no fuera más que una simple torre defensiva, situado en la parte este de la loma sobre la que se asienta nuestra Villa, perteneció a los Templarios. El otro, ubicado al oeste de la misma loma, lo levantaron los sanjuanistas.
De este último, en el pasado Siglo, Madoz Pascual en su célebre Diccionario, se lamentaba del mal estado en que se hallaba y nos lega la noticia de su pertenencia al infante D. Francisco de Paula.